Un concesionario Fiat abandonado:
No, no es el título de alguna reivindicación de los sindicatos que quiere destacar las dificultades de los trabajadores, sino una realidad que se encuentra en Dinamarca. Se trata de un concesionario Fiat que se cerró en 1981 y desde entonces han pasado más de 30 años, durante los cuales cerca de 200 coches se han quedado abandonados en el edificio sin que nadie interviniera.
La historia es sin duda igual de curiosa e interesante, sobre todo si se echa un vistazo a las fotos de los coches. La actividad de Sorensen se encontraba en Kolding, y quebró cuando la filial local de Fiat obligó el empresario a elegir si vender sólo coches o también vehículos pesados.
A este punto, entonces, Sorensen eligió la segunda opción, y por lo tanto las puertas de la concesionaria, que incluía autos comprados entre 1973 y 1981, se cerraron. Hace apenas unos años, esos mismos coches, se descubrieron gracias a un heredero de Jens, que organizó una subasta en la cual se vendieron decenas y decenas de coches.
Los afortunados que se los llevaron a casa tuvieron la oportunidad de poner en garaje unas automóviles de gran valor, por cantidades simbólicas o casi. Y no es una forma de decir si se piensa que los vehículos en peor estado se vendieron por tan sólo 250 Euros.
Sólo un Lancia Beta fue adquirida por un precio de € 6500: es decir, en todo caso, una cifra muy baja, sobre todo si se tiene en cuenta el valor que el coche va a adquirir con el paso de los años. Vale la pena, sin embargo, descubrir más de cerca todas estas preciosas joyas, que permanecieron ocultas durante demasiado tiempo y que han sido sacadas a la luz hace poco, como hallazgos arqueológicos de prestigio.
127 amarillo
Entre las muchas joyas que se podían admirar, había dos 127 amarillos que ahora nos provocan nostalgia. Por otra parte, es uno de los modelos de Fiat más populares de siempre.
Las 600
Pero todavía había coches más viejos – o tal vez deberíamos decir antiguos – es el caso de estos dos 600.
Apreciable también esta 129 naranja, inmortalizada mientras sube a un remolque para ser transportada.
¿Y podían faltar en esta exposición de coches antiguos, los 500? Obviamente no, y de hecho, aquí están: sucios con tierra y barro, con el cuerpo un poco oxidado, pero aun así no pierden su encanto.
En resumen, todos los fans de los motores no pueden no ser satisfechos de que, después de años de abandono, los coches se han redescubierto y subastado: ahora puedan estar en los boxes de los coleccionistas.
Fuente: meteofan.net